Resulta que hoy se celebró la primera jornada del más magno evento del verano toronteño, ni más ni menos que Woofstock! o traducido al español "Guau-vandaro". Basicamente se cerraron muchas calles del centro, en el perímetro del famoso Saint Lawrence Market y se pusieron muchísimos estántes de todo lo relacionado con perros, desde las pobretonas agencias de rescate de perros (Donamos 20 dólares a la asociación Big on Beagles, donde un grupo de chicas rescatan beagles sin hogar) hasta las tiendas más fancy de joyería para poddles. las tiendas favoritas de Talula fueron las resporterías para perros y las tiendas especializadas en huesos y carnasas. Curiosamente se mostró interesada en una inmobiliaria para perros, donde ofrecían habitáculos mayores que donde actualmente vivimos. También le gustó la tienda de elotes, aunque originalmente no eran para cánidos. Para todo esto hay que recordar que había un calorón del demonio con un sol refulfurante, así que una tienda que vendía camas de agua estaba muy solicitada de perros que querían probarlas, sin embargo a Talula no le dejaron ni un cachito, así que nos fuimos a una fuente donde Talula se refrescó las patas. En fin, creo que nunca habíamos visto tantos perros juntos, tanto que ya ni caso se hacían, la mayoría por supuesto no sabían dónde estaban, ni por qué había tantos congéneres al rededor.
La verdad es que llama la atención lo importantes que son los perros para los ontareños, especialmente los de la capital, es impresionante la cantidad de gente que tiene cualquier clase de negocios relacionados con perros, muchísimas marcas de comida naturista, medicina homeopática, morrales para chihuahuas, agencias de viajes, camas con la última tecnología en colchones (para humanos), guarderías, instructores de primeros auxilios y toda clase de cosas. Será que la gente es muy sola? será que son buenos y con un corazón enorme como les gusta mostrarse al mundo, no lo sé. Creo que en general se trata de llenar los huecos en sus vidas aburridas y tener cariño y compañía asegurada en una sociedad donde las familias valen muy poco, las amistades siempre son frías y el sexo se practica solo cuatro meses al año. Además solo venden chupe en una tienda controlada por el gobierno, que cierra a las ocho de la noche. Pues sí, a estos canucos les queda woofstock y les quedan los perros.